Las ventajas de utilizar agua durante el trabajo de parto y el parto son ampliamente reconocidas…
Ahora, presentemos los puntos clave…
- Relajarse en una piscina profunda y cálida puede ser un excelente apoyo durante el trabajo de parto. Vale la pena tener una piscina principalmente con este propósito.
- El uso de una piscina de parto ayuda a las madres en la gestión del dolor durante el trabajo de parto y reduce significativamente la necesidad de alivio médico para el dolor.
- La flotación del agua alivia el peso del cuerpo de la madre, lo que permite una relajación más fácil y profunda. Les permite manejar mejor las contracciones y descansar más cómodamente entre ellas.
- Utilizar posiciones erguidas o de cuclillas y cambiar entre ellas es más sencillo en el agua que en tierra.
- Estar en una piscina de parto proporciona a las madres una mayor sensación de privacidad y seguridad. Esto potencia la liberación de hormonas que estimulan las contracciones uterinas y actúan como analgésicos naturales y relajantes.
- Los estudios indican que los partos tienden a ser más cortos en general cuando una mujer entra en la piscina con alrededor de 5 cm de dilatación.
- Menos mujeres requieren intervenciones obstétricas.
Las mujeres que reciben menos intervenciones médicas suelen tener estancias más cortas en el hospital.
La combinación de un parto sin intervenciones y una breve estancia hospitalaria resulta en una experiencia más positiva tanto para la madre como para el bebé.
El personal y los recursos hospitalarios se pueden utilizar de manera más eficiente.
Crucialmente, esto conduce a ahorros financieros significativos.
Una piscina de parto es un equipo sencillo y rentable que tiene un profundo impacto en la calidad de atención y en el costo del parto.
La cúspide del diseño y el desarrollo de las piscinas de nacimiento en el agua.